Un minuto para PENSAR... Una vida para CALLAR.

PARA PENSAR:
Pedí con toda mi fe fuerza para triunfar: se me concedió flaqueza, para que aprendiese a obedecer con humildad. Igualmente, pedí salud para realizar grandes empresas: y se me dio enfermedad, para que hiciese cosas mejores. Deseé la riqueza para llegar a ser dichoso: y a cambio viví la pobreza, para que alcanzase sabiduría. Quise el poder para ser apreciado por los demás: se me concedió la debilidad, para que tuviese deseos de Fe. Pedí compañía para no vivir solo: me dieron un corazón para amar a los demás. Anhelaba cosas que pudieran alegrar mi vida: se me dio la vida para que pudiera gozar de todas las cosas. 

No tengo nada de lo que he pedido, pero he recibido todo lo que había esperado. Porque sin darme cuenta, mis súplicas  informuladas han sido escuchadas. Yo soy, al menos puedo pensarlo, de entre todos los hombres... el más rico

CALLAR:
Cuando uno calla aquello importante (o no) acerca de si mismo: es Humildad, la más difícil de las virtudes, por la que debemos luchar para, al menos, intentar conseguirla. Cuando uno calla los defectos del prójimo es: Caridad. Callar las palabras inútiles es: Penitencia. Callar a tiempo y lugar es: Prudencia. Callar en el dolor... es: Heroísmo.

-Anónimo-

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